sábado, 24 de julio de 2010

¿Fútbol? Sí, gracias (banderas, no, gracias)

Más vale tarde que nunca, esto va sobre el Mundial, hoy me dio por aquí.

Antes de empezar, porsia: me paso por la punta del Jabulani las banderas y todo tipo de chauvinismos nacionalistas.
 
Voy a hablar de fútbol, o más concretamente, de fútbol como espectáculo, así que favor de ahorrarse discursos sobre si un país es mejor que otro o vive más o menos el fútbol, no proceden, me la traen floja, me importan un carajo y no influyen en el espectáculo, ejemplo: lo maravillosamente que vibró la afición sudafricana con su selección y lo que influyó en el resultado: nada, adiós en la primera fase.


El hecho cierto e indiscutible es que el mundial de Sudáfrica de 2010 lo ganó una selección (la de España, por si no te habías enterado, si no lo sabías mejor no sigas leyendo) que ya había ganado en Europa con la misma autoridad, sin Jabulani
pero contra los árbitros; un país que jugó al fútbol y supo sobreponerse sin quejas a esos dos obstáculos (un balón resbaladizo y los árbitros que pitaban descaradamente en contra). España ganó jugando al fútbol frente al anti-fútbol de Holanda.

Lo mejor es que a pesar de todo hubo fútbol, se dio el espectáculo y encima ganó un equipo que dio muestras de merecerlo, sin tongos, sin sospechas de favoritismos de los árbitros (más bien de lo contrario,baste recordar la brutal y antideportiva patada de karate que recibió Xavi Alonso en pleno pecho y que el árbitro vio pero no sancionó, creo que fue la falta más flagrante y escandalosa que se ha visto en años en el fútbol, hay que anotar el nombre del infame karateca: De Jong) y sobre todo divirtiendo.

Desde luego, hubiera sido mucho más bonito ver una final España-Brasil, o España-Argentina, porque esos tres equipos sí juegan un fútbol limpio y de calidad.
Ganara quien ganara hubiera divertido, que de eso se trata. O ver jugar al fútbol y no a la descalificación barriobajera a Francia, vergonzoso cómo se fueron con el rabo entre las piernas. Pero tocó ver a los anti-futboleros holandeses en la final contra un equipo de verdad, qué le vamos a hacer.

Lo importante es que aún así ganó el fútbol, a pesar de balones de playa, a pesar del mal arbitraje, a pesar de la falta de estrellas (absurdo no ver a Messi, triste ver a un Ronaldo impotente o a un Fernandito Torres que sólo fue a firmar autógrafos
; un orgullo para mí ver a Pedro confirmarse como uno de los grandes). Y que nos divertimos, carajo, que de eso se trata.


A España ya sólo le falta ganar las Olimpiadas. ¿Nos apostamos algo?

Lo que no echaré de menos son las putas
vuvuzelas, creo que hacían más daño que el Jabulani y los árbitros juntos.






P.S. Ojalá lo hubieras visto, Pa.
 
P.S.
Quizá pedir justicia en el fútbol sea una pura contradicción. El fútbol es quizá el deporte más injusto: después de 89 minutos de mandar en el campo y jugar maravillosamente, se puede perder porque el equipo contrario meta un gol en el minuto 90 (por ejemplo en un fuera de juego que el árbitro no quiera ver), o peor, en el descuento y con la mano (santo Maradona). Si eso es justo que venga Coubertain y lo vea.
 
P.S. ¿Sabías que Pedro Rodríguez Ledesma (más conocido como Pedro o Pedrito) es el único jugador de la historia del fútbol que ha conseguido marcar al menos un gol en las seis competiciones oficiales de clubes durante una misma temporada: Liga, Copa del Rey, Supercopa de España, Liga de Campeones de la UEFA, Supercopa de Europa y Copa Mundial de Clubes durante el año 2009? 

¿Casi nada, no? Ni Ronaldo, ni Messi: Pedrito. Su desgracia es que juega en el mismo equipo que Messi, Alves, Piqué, Ibra o Villa. Pero en cifras (sueldo y resultados), es muchísimo más efectivo y rentable que un Messi o un Ronaldo: cuesta menos y marca casi cada vez que sale al campo. Lo único que le faltó en el mundial fue eso, el gol, pero recuerden su actuación bestial en la final, corrió como un guepardo, no me digan que no les recordaba al propio Messi, tienen estilos muy parecidos. Ojalá pronto se le reconozca como merece.


jueves, 22 de julio de 2010

Yes, we can

Tenía que ser así, lo sabía, muchas pistas de lo que significaba de nuevo y aún así fui incapaz de verlas. Sólo a toro pasado me he dado cuenta de todas esas cosas que te indican que todo va bien o al contrario, mal.



Cada consejo que te dan y no oyes, cada pauta equivocada de forma inconsciente, cada señal del destino vista de forma caleidoscópica.... Cada uno de los aprendizajes adquiridos. Ninguno es visto por los ciegos inconscientes.



Abres los ojos y ves, escuchas como nunca cada palabra dicha, te fijas en todo lo que acontece a tu alrededor. De que sirve, si la lentitud con la que adquieres los reflejos necesarios no es la que desearías.



Cambias paulatinamente los despojos de tu personalidad, creciendo a tu ritmo, sin saber que por más que hagas siempre habrá errores que la vida aún no te enseñó a corregir.



Siempre es lo mismo, así que por qué dejarse llevar por un río de lágrimas y un estado de ansiedad si eso no te ayuda a salir adelante.



Lo más difícil que encuentro es el autocontrol, no dejarse llevar por los sentimientos más fuertes así como así.

Me parece muy costoso el hecho de controlar tu yo más profundo, el irracional.

Es duro no poder demostrar algo que sabes que te calma en el momento preciso.



Cada día es un principio que tiene un fin, cada segundo, minuto, hora....



Ando aprendiendo a vivir el día a día sin pensar mucho mas allá en las consecuencias que tendrá lo que yo haga, sin dejar de ser previsora y responsable, pues no es lo mismo.



Nada puede detener tu ritmo, tu convicción. Puedes controlar tu actitud frente a la vida, sea como sea y pase lo que pase, siendo consciente de ello.
No basta con saberlo, hay que asimilarlo, aplicarlo.